viernes, febrero 05, 2010

El pajarillo que aletea


Recogido para la formación del fin de semana, reflexionando, estudiando. Oyendo música hermosa, viéndose posar en los hierros que protegen la ventana, desde la mesa de trabajo, a un pajarillo, que juguetea con la red anti mosquitos lanzándose en plancha contra ella y luego se detiene y se limpia las plumitas. Cuando estoy sentado aquí viene y se asoma a cada rato agarrando con sus patitas la red mientras aletea, es un buen compañero. Ha salido el sol, y ya noto el despertar de madrugada, el cansancio y cierto embotamiento. Profundizo en los aspectos de ser profesor de yoga, reflexiono sobre una serie de Muladhara.

Hace una semana apague la nevera y no ha pasado nada, un charquito de agua que he ido limpiando, un ruido menos en casa, tengo comida para consumir dos o tres días, y el tema marcha. Noto que todo lo aprovecho mejor y compro lo indispensable. Me apetece experimentar. Y me apetece ver y dialogar cada tres o cuatro días con el señor de la frutería, y la señora de la pescadería, y con el carnicero, hablar de cualquier cosa, pero darme un paseo lento y seleccionar apaciblemente mientras vivo aquello que voy a comer.

Hace unos años deje de ver la tele, ahora sólo veo las películas que me gustan por el ordenador el domingo a última hora, tumbado en la camita. Sin tele he descubierto que tengo más rato para mí y para aquello que quiero, y me siento menos colonizado.


Acabo la mañanita con soul.

Aretha Franklin "Rock Steady"


Tarde impartiendo yoga terapéutico, es muy bonito ver la constancia de los alumnos que realizan su práctica en casa, los veo cada 15 días, y van comprendiendo y van avanzando, y el cuerpo, sus bloqueos se liberan, van comprendiendo la fluidez de la respiración, y profundizando en la comprensión de las asanas, en aquellas que les vienen bien,y surge la sonrisa y las preguntas.

Encendida la chimenea, y antes de continuar reflexionando sobre el curso de fin de semana rescato un libro de poemas y curiosamente lo abro y surge un poema sobre los pajarillos:

Es de la editorial Losada de Buenos Aires, es una editorial mítica, ha aparecido como por arte de magia al ir colocando mi biblioteca, el libro se llama “Odas Elementales” de Pablo Neruda, edición del ´75.

"Oda a mirar pájaros

Ahora
A buscar pájaros!
Las altas ramas férreas
en el bosque,
la espesa
fecundidad del suelo,
está mojado
el mundo,
brilla
lluvia o rocío, un astro
diminuto
en las hojas:
fresca
es la matutina
tierra madre,
el aire
es como un río
que sacude
el silencio,
huele a romero,
a espacio
y a raíces.

Arriba
un canto loco,
una cascada,
es un pájaro.
Cómo
de su garganta
más pequeña que un dedo
pueden caer las aguas
de su canto?

Facultad luminosa!
Poderío
invisible,
torrente
de la música
en las hojas,

conversación sagrada!


Limpio, lavado, fresco
es este día,
sonoro
como cítara verde,
yo entierro
los zapatos
en el lodo,
salto los manantiales,
una espina
me muerde y una ráfaga
de aire como una ola
cristalina
se divide en mi pecho.
Dónde
Están los pájaros?
Fue tal vez
ese
susurro en el follaje
o esa huidiza bola
de pardo terciopelo,
o ese desplazamiento
de perfume? Esa hoja
que desprendió el canelo
fue un pájaro? Ese polvo
de magnolia irritada
o esa fruta
que cayó resonando,
eso fue un vuelo?
Oh pequeños cretinos
invisibles,
pájaros del demonio,
váyanse
al diablo
con su sonajera
con su plumas inútiles!

Yo que sólo quería
acariciarlos,
verlos resplandenciendo,
no quiero en la vitrina
ver los relámpagos embalsamados,
quiero verlos vivientes,
quiero tocas sus guantes
de legitimo cuero,
que nunca olvidan en las ramas,
y conversar con ellos
en los hombros
aunque me dejen como a ciertas estatuas
inmerecidamente blanqueado.

Imposible.
No se tocan
se oyen
como un celeste
susurro o movimiento,
conversan
con precisión,
repiten
sus observaciones,
se jactan
de cuanto hacen,
comentan
cuanto existe,
dominan
ciertas ciencias
como la hidrografía
y a ciencia cierta saben
dónde están cosechando
cereales.

Ahora bien,
pájaros invisibles
de la selva, del bosque,
de la enramada pura,
pájaros de la acacia
y de la encina,
pájaros
locos, enamorados,
sorpresivos,
cantantes
vanidosos,
músicos migratorios,
una palabra
última
antes
de volver
con zapatos mojados, espinas
y hojas secas
a mi casa:
vagabundos,
os amo
libres,
lejos de la escopeta y de la jaula,
corolas
fugitivas,
así
os amo,
inasibles,
solidaria y sonora
sociedad de la altura,
hojas
en libertad,
campeones
del aire,
pétalos
del humo,
libres,
alegres,
voladores y cantores,
aéreos y terrestres,
navegantes del viento,
felices
constructores
de suavísimos nidos,
incesantes
mensajeros del polen,
casamenteros
de la flor, tíos
de la semilla,
os amo,
ingratos:
vuelvo
feliz de haber vivido con vosotros
un minuto
en el viento. " de Pablo Neruda

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