domingo, septiembre 25, 2011

Centro y dispersión



"En la vida tribal, uno de ve forzado a vivir despacio, experimentar el momento presente y comunicarse con la tierra y la naturaleza. Uno está obligado a ser paciente, pues nadie parece encontrar sentido a apresurarse."         
Comentarios sobre el pueblo dagara (Ghana, Costa de Marfil y Togo)
                                                                                         Sobonfu Somé

La práctica del yoga genera un estado de "centro" y uno es más consciente de su "dispersión". Genera una actitud interna que uno mismo va reconociendo.

Uno puede llegar al yoga por mil razones, pero hace falta ya una actitud previa, una disposición para poder estar con uno mismo y darnos cuenta de nuestra dispersión, darnos cuenta que podemos estar centrados. Para ello es fundamental entrar en contacto con la calma.

Es como si llegáramos a clase fragmentados, como si fuerámos un puzle vital, y sucesivamente las clases van formando una unidad en nosotros. Llegamos en dispersión, luego caminamos en calma y con la mirada al frente. Pasamos de actividades externas cargadas de pasión a otra interna.

Cuando realizamos posturas, por ejemplo de pie, hacemos una postura a un lado, pasamos por el centro, y vamos al otro lado, luego volvemos al centro, cerramos y sentimos. Todo ello es una metafora. Uno parte del centro de la esterilla, se abre y vuelve, se abre y vuelve. Todo parte del centro. No es por tanto sólo un centro físico, es también un centro emocional, respiratorio, es un espacio de calma, un lugar de mayor reajuste. Por ello es importante que cuando vayamos de un lado a otro, no estemos dispersos, que el centro nos permite, nos da lugar para ajustar la postura, ajustar lo que somos, antes de pasar al otro lado. Siempre hay tiempo para sentir, para ser.

 Hay que huir de la mecanización de la postura, por ello la respiración siempre nos recuerda nuestro momento presente y la tierra virgen que pisamos en ese momento. Surge algo nuevo en cada momento, sólo hay que estar ahí para "verlo".

Luego ya puedes estar de pie, sentado, tumbado o como quieras, pero el espíritu de tu centro no lo pierdes.

Desde lo interno, desde ahí nos damos cuenta de nuestra fragilidad, nos hacemos responsables de lo que somos.

Por eso digo mil veces que esto del yoga no es cuestión de algo externo, es una experiencia empírica interna donde la calma va naciendo, donde el estar centrados nos pule, donde se abre ese espacio de sentir, donde te sientes lo que eres.

Ese continuo reajuste, ese continuo volver al centro se proyecta en nuestra vidas, y uno se da cuenta entonces cuando es un zombi y cuando es un ser vivo, cuando vivimos en dispersión y cuando no.

No es posible estar viviendo permanentemente centrados pero el yoga si abre la llave para que te des cuenta de esas dos cualidades que se atraen y se repelen, que se unen y se separan, y la práctica las convierte en una por mayor tiempo, te da unicidad.

El estar centrado crea mayores condiciones para ser consciente de lo que es importante en nuestra vida, nos permite por ejemplo llevar la atención a los momentos que nos traen mayor felicidad. Nos permite reajustarnos, adaptarnos con mayor facilidad en nuestra vida cotidiana.

Love Has Finally Come At Last - Bobby Womak


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace poco tiempo, alrededor de un año, sentí la Necesidad de hacer algo que me relajara, que me centrara, que me diera estabilidad.... recurrí al deporte, actividad que tenía muy descuidada y que siempre me había venido muy bien, y a través de ésto fuí a caer en una clase de Yoga con Carlos. Fue una clase que me impactó, me pareció todo muy extraño, algo diferente, pero me gustó. Esto hizo que fuera alguna que otra vez pues empecé a sentir algo difícil de explicar por mí pero que este artículo escrito por Carlos expresa muy bien. Empecé a emocionarme en las clases, lloraba sin darme cuenta, a la vez que me relajaba mis emociones podían ir saliendo, me sentía por adentro... daba salida a mis angustias, encontraba felicidad a medida que realizaba las clases,... Esto me pasa hoy en día y cada vez lo hago con más relajación, controlando más la respiración, las posturas.. y se ha convertido en algo bonito en algo necesario en mi vida, en algo que te ayuda mucho para poder tener sensación de equilibrio en este mundo ¨loco¨ de estrés.
Por esto doy las GRACIAS y animo a todos los que sientan la necesidad de sentirse más a gusto con uno mismo que paren de vez en cuando y se animen a practicarlo.

Carlos Serratacó dijo...

Gracias a ti y muchos besos, es muy bonito lo que has escrito, Carlos

Anónimo dijo...

Sentarme y leer tus relatos me reconforta. Yo también te digo GRACIAS. Hasta la próxima clase profe.

Artículos más visitados

Amigos del Blog

Todos los artículos a un clic

Traslate