sábado, marzo 17, 2012

Pan de pueblo, pan precocido


"Pan de ayer y vino de antaño mantienen al hombre sano"
                                                         Refranero español

Cada lunes cuando voy al campo por la mañana, me detengo en una panadería. Se encuentra ubicada en una nave en el camino que lleva a casa del campo,y reparten pan a muchas panaderías de los pueblos de la zona e incluso a Huelva capital.

 El panadero suele trabajar por la noche, toda la noche, mientras todos dormimos, luego sobre las cinco de la mañana entra otro turno, que es quien hace el reparto o atiende en el mostrador.

  Hay panes de todo tipo, son maravillosos: carrillos , bollas, bollitos, chapatas, bolitas, serranitos, pepitos, baguetinas, integrales, barras anchas, vienas grandes y chicas, pan de pueblo (hogaza) grande y mediana, barras de cocodrilo, pescaditos, roscos con aceite.  A mi me gusta muchisimo la hogaza grande de pueblo, con esa miga tan rica. Es un pan delicioso, todos los panes se realizan como se ha hecho el pan toda la vida: harina, levadura, sal y agua.

Desde hace un tiempo el panadero se encuentra profundamente preocupado. El pan precocido arrasa. Ya sabemos, el pan de tres por uno, que no es un pan fresco, es un "hazlo tu mismo", y a cualquier local le proporcionan un pequeño horno donde mete el pan precocido que traen en camiones de congelado, y cualquier local se convierte en panadería. Es un modo de atraer clientela, también un modo rápido y ecónomico de producir y consumir.

En Huelva capital, en el barrio donde vivo había dos hornos de pan, ya han cerrado uno. En el otro cada vez producen menos pan, y ya van al precocido. Cuando voy a comprar el pan siempre digo lo mismo:

-Por favor dame pan-pan.-en la vitrina todos son panes relucientes y no sabría distinguir entre uno y otro a primera vista-.

- Tienes el bollito que es lo que hemos hecho hoy y la viena-

 La mujer me lo dice con pena señalandolos, a ella le alucina que pida pan-pan, ya no se pide. En la vitrina el pan-pan se encuentra arrinconado y siempre en los rincones hay algún pan de los que busco, el pan precocido domina visualmente. Es más barato.

-Dame dos vienas de pan-pan.

La panadera me dice que le pasa lo mismo con los dulces, que ella cuando hace dulces usa ingredientes de verdad, no busca un ahorro de costes, pero que los dulces prefabricados a mogollón arrasan, lo mismo que el pan precocido y no sabe que hacer.

Lo que esta claro es que estos nuevos panes rápidos no son nada parecido al pan de siempre. Pero la prisa, la maldita prisa hace que ese tres por uno convierta en panadero a cualquiera, que te pone una baguette caliente y te lo comes pero ni sabes lo que comes.

Cada uno puede comer lo que desee, eso está claro. Pero el pan, algo tan sagrado y ancestral como el pan, también esta sucumbiendo al mercado, al consumo inconsciente.

A mi me asombra mucho eso de comer de microondas y de platos precocinados. He comentado alguna vez que me gusta elegir lo que como, recorrer pequeñas tiendas o localizar personas que tengan huerto, en lo posible; y si voy a un supermercado soy muy selectivo, de modo que elijo claramente y con espacio, tiempo y cariño lo que como, y luego en casa lo preparo apaciblemente, o yo o mi pareja, a modo tranquilo, es decir si es ensalada, todo cortado con cariño, así como todo aquello que comemos. Nos gustan mucho los potajes, los pucheros, es decir comidas realizadas con lentitud y tranquilidad.

Me sorprende tanto que vendan ya los bocadillos precongelados, la pizza precongelada, el pollo asado, la ensaladilla, el gazpacho, el zumo de naranja, lo que sea. Y que tengamos inoculada la idea que no tenemos tiempo y que es necesaria toda esta cadena de consumo para tener tiempo.

¿Tiempo para qué?

Prisa para trabajar, prisa para hipotecarnos, prisa para hablar, para pensar, para amar, prisa al andar, prisa al ir o al volver, tanta prisa que no te oigo, prisa para comer, para ducharnos, prisa, prisa, prisa.

Hubo un tiempo que había ríos, ahora es difícil encontrar alguno no contaminado, pero todavía resisten y fluyen sin prisa. Me gusta oír su fluir.

Joe Cocker-Feelin´ Alright

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cada día necesito más alejarme de esas prisas que me distancia de vivir el aquí y ahora que me dan la calma que tanto busco.Tambien prefiero yquiero hacer en lo posible las cosas con tranquilidad.me ha encantado este relato.
MARILÓ

Carlos Serratacó dijo...

muchas gracias, besos

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