lunes, mayo 28, 2012

Técnicas de meditación con la respiración


"Y, monjes, ¿cómo vive un monje contemplando el cuerpo en el cuerpo? He aquí, monjes, que un monje que se ha ido al bosque o al pie de un árbol o un lugar solitario, se sienta, cruza las piernas, yergue su cuerpo y fija la atención en torno a la boca: inspira atento y atento espira: 

Al inspirar profundamente, sabe: "Inspiro profundamente".
Al espirar profundamente, sabe: "Espiro profundamente"
Al inspirar ligeramente, sabe: "Inspiro ligeramente"
Al espirar ligeramente, sabe: "Espiro ligeramente"

Se ejercita así: Consciente de todo el cuerpo, inspiraré"
Se ejercita así: Consciente de todo el cuerpo, espiraré"
Se ejercita así: "Calmando la actividad corporal, inspiraré"
Se ejercita así: "Calmando la actividad corporal, espiraré"......

Buda-"Sermón sobre los fundamentos de la atención" (sermón pronunciado hace 2.500 años)

Vamos a comentar diversas técnicas basadas en la respiración para consolidar el acto de meditar. Todas ellas mediante la respiración.   Las condiciones para sentarnos a meditar ya las hemos comentado en otros artículos. Trata de estar lo más consciente posible, y ten calma para observar. Lo importante es el camino, no conseguir nada de nada, sólo trata de ser constante, no luches, sólo observa. Aprende de tu respiración. Te vas a distraer mucho, no pasa nada, eso también es meditación. Los pensamientos están ahí, pues vale, ellos también son parte de ti, igual que el silencio. Lo importante es la práctica, luego todo surge practicando.

-Centra tu atención en la respiración. Cuando inspires cuenta 1, cuando espires cuenta 2, cuando inspires cuenta 3, cuando espires cuenta 4, así hasta llegar hasta diez y vuelta a empezar. Si te distraes no pasa nada, vuelves a empezar.

-Centra toda tu atención en contar cada vez que inspiras: inspiras cuentas 1, inspiras cuentas 2, así sucesivamente hasta llegar hasta 10, luego vuelves a empezar.

-Centra toda tu atención en contar cada vez que espiras: espiras cuentas 1, espiras cuentas 2, así sucesivamente hasta 10, luego vuelves a empezar.

-Centra toda tu atención en el simple acto de inspirar, sólo observa, no cuentes,  trata de estar plenamente presente en observar la inspiración.

-Centra toda tu atención en el simple acto de espirar, sólo observa, no cuentes,  trata de estar plenamente presente en observar la espiración.

-Centra toda tu atención en el acto de inspirar y de espirar, sólo eso, nada más.

-Centra tu atención en como entra el aire por la nariz, tu atención por encima de la boca, en los dos orificios por donde entra el aire, nada más.

-Centra tu atención en como sale el aire por la nariz, tu atención por encima de la boca, en los dos orificios por donde sale el aire, nada más.

-Centra tu atención en como entra y sale el aire por la nariz, tu atención por encima de la boca, en los dos orificios por donde entra y sale el aire, nada más.

-Centra tu atención en la inspiración, en como entra el aire en tu cuerpo y lo recorre, nada más.

-Centra tu atención en la espiración, en como sale el aire de tu cuerpo y te vacías, nada más.

-Centra tu atención en como inspiras y tu cuerpo se llena de aire, y en como espiras y tu cuerpo se vacía de aire, nada más

-Centra tu atención en llenarte de aire y sentir la cualidad de la vida que te llena, nada más.

-Centra tu atención en vaciarte y sentir que te abandonas, que te dejas ir, nada más.

-Centra tu atención en llenarte de vida y vaciarte en abandono, nada más.

-Centra tu atención en que tu abdomen se llena de aire, suavemente, de un modo dulce. Nada más.

-Centra tu atención en que tu abdomen se vacía de aire, suavemente de un modo pausado. Nada más.

-Centra tu atención en tu abdomen. Observa como se llena y se vacía de aire. 

Es maravilloso.

La respiración nos muestra lo que somos, expresa nuestra realidad en este momento. Comprender eso es muy bello.

La respiración es paz, es calma, es comprensión, es presencia, es emoción, es sentimiento, es corazón, es unión...

A disfrutar.

John Lee Hooker and Carlos Santana- The Healer

miércoles, mayo 23, 2012

Corriendo hacia la zona cero



Las calles de Huelva están vacías de madrugada, me encuentro con un conocido:
-¿ Qué haces tan pronto por aquí?
Vengo de correr
-¿De correr? ¿Qué pretendes?
Avanzar
-¿Cómo que avanzar?
Sólo sigo mis pasos
Jeee, se rio mirándome extrañado
Me despedí y seguí mi camino


LLevo tres meses que salgo a correr. Cuando puedo. Llevaba un par de años que no podía hacerlo, pues me lesione, no haciendo yoga, sino danza clásica,  y la lesión ha durado lo que ha durado. Ha sido muy duro, mucho.

Eso me pasa por cumplir unos de mis sueños, hacer algo de danza clásica. Todavía recuerdo estar buscando zapatos de danza para mi pie, un 45. Y haciendo movimientos en punta bajo la estricta mirada de la profe. Estuvo divertido pero aprendí, y con creces que por mucho profe de yoga que sea, el entusiasmo me puede a veces. Moraleja, "La atención no se descuida, mejor acrecentarla"

Para correr tracé un plan, primero tenía que lograr cinco minutos sin que la lesión se resintiera. Y así estuve un mes, dolía pero tenía que llegar a los cinco minutos.

Luego andaba unos diez minutos, hacía la forma de tai chi, y volvía para casa.

Me gusta salir de madrugada. Cuando amanece, me maravilla ese cambio de la noche al día, el difuminado de lo oscuro a lo claro, la aparición de la luz. El sol que va alumbrando desde el lejano horizonte.

También me sienta muy bien ese silencio en la ciudad a esas horas. No hay ruidos, sólo lo pájaros que se despiertan alborozados de vida.

Poco a poco he ido subiendo los cinco minutos. Reduciendo los descansos. No haciendo mucho caso a una mente y a un cuerpo que están en la queja pues les gusta ciertas comodidades de dolor creadas por sus rutinas o patrones con respecto al correr.

La semana pasada salí a correr, con los cascos, con mis canciones de soul preferidas, y corrí y corrí, tranquilo, mi cuerpo, mi mente, mi respiración bailaban mientras corría. Era inmensamente feliz. Cuando me detuve habían pasado cuarenta minutos.

No llevo una rutina para correr con respecto a tantos días a la semana, sólo oigo a mi cuerpo y que el mínimo son dos días. Si mi espíritu pide más, pues más.

Estoy contento de disfrutar del correr, de poder mover los pies sin que algo chille desde la base de mi columna. He crecido mucho como persona en el proceso solitario de la lesión, y este resurgir equilibrado me sigue enseñando mucho.



domingo, mayo 13, 2012

Recibiendo ofrendas de la vida


"Cuide el sabio su mente, imperceptible, sutil, que vuela a su antojo; la mente vigilada aporta felicidad"  Dhammapada

Todo el día desde hace meses oigo sin parar hablar de economía de mercado, de crisis, y de lo mal que estamos. Bien, pero me encantaría oír hablar de otros temas. Por ejemplo de la importancia de estar atentos a pequeños detalles que nos muestra lo cotidiano, por ejemplo en el acto de dar y de recibir, de como la vida nos ofrece ofrendas permanentes  y como podemos ser recíprocos a todo ello.

Bueno empezaría diciendo que en la vida todo no es materialismo ni economía de mercado. Y es muy hermoso el acto de dar y recibir disfrutando de todo ello. A veces sólo tenemos que cambiar la perspectiva.

Para ser amable con la vida, con el vecino, con el amigo.... primero uno ha de ser amable con uno mismo. Es decir uno ha de respetarse, cuidarse, amarse, disfrutar de uno, para poder así disfrutar del otro.  El truco sería que si no me quiero, me resultará muy difícil amar a la vida y amar al otro, y en definitiva tener alguna capacidad de dar, de ser generoso.

También es bueno que ampliemos la mirada más allá de nosotros, por ejemplo: 

Si mi madre "me dio" a luz
Si el cielo "me da la luz y tanta belleza"
Si la luna "me ilumina la noche"
Si el árbol "me da" sus frutos
Si la lluvia "me da" agua para calmar mi sed
Si la tierra que riego "me muestra" su sonrisa en flores de mil colores

Y ahora más cercano:
Si el panadero trabaja toda la noche y me "ofrece y me da" su pan
Si el cartero me "da" las cartas
Si me "sonríen" en cualquier momento

O más íntimo:
Si mi pareja  y mi familia "me ofrecen" su amor
Si mis amigos y amigas me "dan" permanentemente muestras de su amistad

Quiero decir que permanentemente delante nuestro la vida "nos da" ofrendas, y estas ofrendas son un extraordinario alimento para ser felices en lo cotidiano.  Y observando estas ofrendas podemos aprender a respetarlas  y a ser conscientes de lo cojonudo que es estar agradecido a la vida, a que podamos sonreír, a que podamos mostrar nuestra felicidad, a que podamos agradecer al panadero, al vecino, al señor de la calle, los detalles que tiene con nosotros, y agradecer a la vida la vida que nos da porque la vida se vive viviendo y dando.

Bill Withers- "Who es He"








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